Para A.M.G.T
A la mujer de cejas perfectas le gustan los cambios. De tanto
en tanto. Porque sí. Porque sin cambios, se aburre. Y no consiente el
aburrimiento en su vida.
Una mañana se levanta algo extrañada y con esa sensación conocida
de dar un vuelco a su vida. Así que no duda y coge la mesita de noche que está
allí y la pone aquí. Mueve la lamparita de allá para acá. Se aleja para coger
perspectiva de la nueva ubicación. Le gusta lo que ve. Se empieza a sentir
orgullosa de la decisión. Así que
animada ya con este nuevo principio arrastra la cama que pone aquí y el armario
lo mueve de aquí a allí. Se da cuenta de un cuadro que no encaja allí y lo descuelga
con rapidez para colgarlo aquí.
Suspira profundamente y se coloca un mechón por
detrás de la oreja. Presumida.
Mueve el portarretratos de allí a aquí y la
silla plegable de acá a allá. No acaba de convencerle este último movimiento
así que la vuelve a poner en su lugar. Jadeante por el cansancio se fija en un
viejo florero y lo cambia para ponerlo aquí. Por un momento siente como si la
rosa seca sonriera en su nueva atalaya. Se alegra. Cambia los zapatos aquí, el
abrigo allí y el sombrero lo deja allá. Desde el quicio de la puerta se da cuenta
que las cortinas ya no hacen mucho allí. Las descuelga sin pensar y las deja
caer en el rellano de la escalera que da al piso de abajo. Abre las ventanas y
un rayo cegador de sol invade la estancia.
Cansada se sienta en el suelo y suspira. Algo no acaba de
encajar. Así que vuelve a poner la cama allí y el armario aquí. Deja el portarretrato allí y la
lamparita acá. No le acaba de convencer este último retoque así que decide
volver a poner la mesita de noche allí. Descuelga de nuevo el cuadro y lo deja
otra vez allá. Se gira y ve la rosa como temiendo de que la devuelvan a su
lugar de origen y decide dejarla donde está. Finalmente recoge el abrigo, se lo
pone, se calza y se encaja el sombrero. Sale y mira por última vez la estancia
soleada. Cierra la puerta con energía.
No sé qué
harían sin mí. Se dice a sí misma mientras baja las escaleras
removiendo las caderas.