miércoles, 20 de diciembre de 2017

A VECES, CUESTA





Me dicen y escucho
Madurar es aceptar.
Aceptar que hay gentes
Que hay gentes que no quieren madurar
Hay gentes que no pueden aceptar

Aceptar esa ayuda que viene en forma de consejo
Aceptar esa ayuda que llega en forma de deseo verdadero de mejora

No. Hay gentes que no pueden
O no quieren
Ese tipo de ayuda
Ese tipo de ayuda que yo les puedo dar
Esto duele

Duele que mi amor no sea suficiente
Duele sentir que mi amor sea chiquito
Que mi amor se seque en el camino

¡No! Eso no es cierto.
Mi amor sí es suficiente.
Mi amor es grande y jugoso

Duele que mi amor no les sirva a esas gentes.
Duele, y me cuesta sostener, que este amor
Solo sea eso
Un amor calentito, simplemente

Madurar significa aceptar, me dicen

Entonces (me) escucho

A mi, a veces, aceptar

también me cuesta.



viernes, 15 de diciembre de 2017

EL LIBRO




Debajo de un árbol, a los pies de un acantilado.
El sol ondea las copas del infinito.

A los pies de un árbol por encima de un acantilado.
El viento calienta las raíces.

A los pies y debajo de un gran árbol.
Una niña.
Cara y gafas redondas. El pelo oscuro. Vestida de azul.

A los pies, una niña me coge de la mano y me sienta.
Por detrás del cristal, sus ojos abiertos, muy abiertos.
Parece que sonríen.
Asiente. Una, dos, tres veces.

Mi corazón baila dentro de mi pecho.
Y mis manos tiemblan como agujitas de coser.

A los pies del gran acantilado, la niña me entrega un libro.
Mis dedos lamen el cuero.
Mis ojos huelen el título:


Soy el árbol de mi vida.