viernes, 8 de mayo de 2020

EL HOMBRE MÁS GRANDE DEL MUNDO







El hombre más grande del mundo camina pisando fuerte. Como si debajo de sus grandes pies hubiera un terremoto que tuviera que detener. El hombre más grande y fuerte del mundo sostiene con fuerza y determinación su futuro. Y su presente. El hombre más grande, fuerte y valiente del mundo mira al mar con el ceño fruncido, escrutando el horizonte.
Y a veces, solo a veces, recuerda que hace años él también sucumbió a la gravedad del tormento. A la pesadez del dolor y la desazón. Pero se sacude esos recuerdos de encima. Rápido. Rápido como un galgo que se sacude las pulgas.
El hombre más grande del mundo no sabe aún como dejar de sostener el firmamento. Porque sus estrellas emigraron.
Solo a veces, muy pocas veces, es capaz de derretirse al sostener al recién nacido. Solo a veces, muy pocas veces, es capaz de comprender que el universo se encuentra ahí. Entre los deditos que le agarran con fuerza su mano y los ojos, enormes, que le miran con amor.




sábado, 2 de mayo de 2020

ESENCIAS EVOCADAS





La melosidad del zumo de melocotón. Colonia en tu barba. El olor a pino seco a primera hora de la mañana y una sábana al sol.

Tu pelo.

La resina de las piñas medio abiertas y el metálico olor a hierro desconchado de la barandilla. La tierra mojada. Ese libro viejo y el hervor del café escapando de la cafetera.

Tu pelo.

El pan de molde en la tostadora y la leña recién cortada. Toallas recién lavadas y la manta del sofá. Las mañanas de primavera y la nata montada.

Tu pelo.

El olor a lana buena de la chaqueta de tu traje y la palma de tu mano. El recuerdo de tu espalda.

Tu pelo.