Debajo de un árbol, a los pies de un acantilado.
El sol ondea las copas del infinito.
A los pies de un árbol por encima de un acantilado.
El viento calienta las raíces.
A los pies y debajo de un gran árbol.
Una niña.
Cara y gafas redondas. El pelo oscuro. Vestida de azul.
A los pies, una niña me coge de la mano y me sienta.
Por detrás del cristal, sus ojos abiertos, muy abiertos.
Parece que sonríen.
Asiente. Una, dos, tres veces.
Mi corazón baila dentro de mi pecho.
Y mis manos tiemblan como agujitas de coser.
A los pies del gran acantilado, la niña me entrega un libro.
Mis dedos lamen el cuero.
Mis ojos huelen el título:
Soy el árbol de mi vida.
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