martes, 18 de julio de 2017

LÁGRIMAS




Lloras y te veo.
Te veo llorar.
 Son lágrimas limpias, verdaderas…
profundas… primitivas.
Tu dolor es  infinito, más allá del cuerpo.
Más allá del alma.
Te veo llorar y yo lloro también.
Porque tu dolor es, en cierto sentido, mi dolor también.
Tu dolor, mi dolor.
Simplemente, dolor.
Cómo el dolor puede compartirse
 así de repente.
Y cada lágrima, cada gota : una confesión.
Una confesión de respeto.
Una confesión de ternura.
Una confesión que comprende.
Lloras y te veo.
 Y comprendo.
Las hojas de los árboles lloran también.
 Las flores e insectos lloran.
La tierra llora cuando tú lloras.
Verte así, tan grande y tan pequeño a la vez.
Tu gran pequeñez y tu pequeña grandeza lloran juntas.
 Se consuelan una a la otra.
Se acunan mutuamente.
Lloras. Te veo.
No hay nada que decir.
No hace falta.

Tan solo mirar.



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