La melosidad del zumo de melocotón. Colonia en tu barba. El
olor a pino seco a primera hora de la mañana y una sábana al sol.
Tu pelo.
La resina de las piñas medio abiertas y el metálico olor a
hierro desconchado de la barandilla. La tierra mojada. Ese libro viejo y el
hervor del café escapando de la cafetera.
Tu pelo.
El pan de molde en la tostadora y la leña recién cortada. Toallas recién lavadas y la manta del sofá. Las mañanas de primavera y la nata
montada.
Tu pelo.
El olor a lana buena de la chaqueta de tu traje y la palma
de tu mano. El recuerdo de tu espalda.
Tu pelo.
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