Lo bonito no son tus ojos, sino tu mirada.
No son tus manos las sensibles, sino tus caricias.
Ni brillantes tus labios, mas tus palabras.
Qué lindo verte cantar, bailar, tocar el alma con tu voz.
Qué bello vivirte, sentirte. Tan plácida y serenamente.
Saberte. Anhelarte. Respirarte.
Profundo privilegio, el intuirte. Deseo y arrebato, el soñarte.
El aroma a fresa salvaje.
Y esa perla que brilla en la comisura de tus hombros.
La ternura de tu ombligo.
Y esos pies que pisan fuerte.
Que es amor sin doble filo. Corazón que rompe y recompone.
Qué lindo verte cantar, bailar, tocar el alma.
Qué bello, vivirte.
Sentirte.
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